La búsqueda de la eficiencia en la organización, es una de las necesidades más imperativas que debe preocupar en la actualidad a los responsables de la dirección de dicha una organización. Teniendo como primicia que toda empresa es un sistema, es responsabilidad tanto de los líderes de la organización, como su junta directiva; desarrollar el más óptimo y eficiente desenvolvimiento de dicho sistema. Esta labor radica en determinar cada uno de los funciones, tareas y actividades, documentos que componen dicho sistema; para ser analizadas y cuestionadas en cuanto al funcionamiento, desenvolvimiento e impacto dentro del sistema; con la finalidad de depurar, probar y modernizar en pro de generar la máxima productividad con el menor consumo de tiempo y recursos humanos y financieros posible. .

La excelencia no la determina el azar, la suerte o algún tipo de milagro, otorgado por la religión de preferencia. Desde hace mucho hemos estado en condiciones como sociedad de determinar el destino que queremos escoger, así mismo la experiencia, la tecnología y el conocimiento nos otorga la información necesaria para determinar los paso a seguir en el logro de ese destino elegido. De igual forma sucede en nuestras organizaciones; los líderes de dichas organizaciones conocen más del 70% de las cosas necesarias para llevar al éxito su organización. Entonces!!!, la pregunta obligada en este momento es, ¿Por qué algunas empresas son exitosas y otras no?; No pretendemos dar una respuesta a esta pregunta, ya que un 30% de las cosas que se necesitan, son tan importante y de pesos como el resto, y difiere en cada organización; sin embargo, pero si nos atrevemos a decir (en base al conocimiento de muchas organizaciones estudiadas), en el más simple expresión que se puede decir: “la excelencia no radica en las cosas que se hacen, sino en cómo se hacen”.

Es allí donde nuestro profesionalismo se pone a prueba; ya que tenemos la teoría y la practica suficiente para ayudarte mejorar las labores tu empresa, desde el más simple, hasta el más demandante puesto de trabajo que pueda haber en el nivel táctico y operativo de tu organización.

Esto es de vital interés, poder establecer la máxima eficiencia de cada uno del puesto de trabajo. Seguramente va existir quienes difieran de esta idea, profesionales quienes consideran que los problemas con originados por un sector de tu empresa, un gerente o un producto. En algunos casos es cierto, pero antes de creer este consejo tan especifico, es necesario garantizar que el todo este perfectamente diseñado para su mejor desenvolvimiento, porque en todo caso estaríamos resolviendo una anomalía y la enfermedad completa.

Seguro como líder de una organización muchas veces te has preguntado, ¿que necesito hacer para que mi empresa este en otro nivel de ventas?, ¿Por qué mi empresa se queda estancada?, ¿Por qué tengo tanta mercancía y sigo vendiendo lo mismo?, ¿Por qué mi empresa crece menos que mis competidores? No somos adivinos, para saber lo que piensas. Pero es el denominador común que existe en todas las empresas en la economía moderna. Esta economía está llena de empresas con grandes recursos económicos destinados al fracaso; y la historia tiene más relatos sobre este tema. Porque como te hemos dicho antes; los conflictos que tiene tu organización no son basados en lo que haces, sino; en como lo haces. Y en la medida que se ignore esta primicia, en la medida que sigas colocando curas a las fallas detectadas y escuchando consejos conservadores de quienes solo se dan la tarea de apuntar a lo especifico, encontraras que tu organización no avanza y por ende es vulnerable al cambio. Como comentario final queremos expresarte que el cambio, el principal motivo por el cual debes fortalecer tu organización desde adentro; más que tus aspiraciones, sueños o metas que tienes para tu empresa. El cambio es la incógnita principal que se debe tomar en cuenta en el destino de tu empresa, ya que el deja al desnudo tus fortalezas y debilidades; exponiéndolas al ojo público, ante la imposibilidad de no poder aprovechar el máximo las bonanzas temporales que otorga la demanda; o la imposibilidad de defenderte ante las crisis económicas.